Me dicen que de tanta cinta, la oreja cayó, prefiero pensar que es una marca de la vida, de una lucha en defensa de su honor, su amada, su tierra, digo algo mas romántico.
Luego de acampar a las afueras de la pequeña comunidad campesina de Cancha Cancha, partimos al amanecer, por un camino de herradura hacia el abra, un paso de montaña a 4,700 mts entre los nevados Pitusiray y el Sinhuani. Las llamas y alpacas que pastorean por la zona, nos acompañan durante el camino. Mientras avanzas por el duro camino de herradura, van apareciendo 3 hermosas lagunas, hijas de los nevados.